Conversation Piece: Bublik

2021

madera y fórmica
84 x 172 x 120 cm
impresión de chorro de tinta sobre papel
75 x 130 cm
Pieza única

La casa redonda de Moscú (o Bublik) se construyó en un contexto difícil de crisis inmobiliaria en la URSS. La forma circular lo convierte en un ejemplo de estructura de Khrushchyovka totalmente diferente de los edificios estandarizados y monótonos de esa época.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la URSS sufrió un importante éxodo rural como consecuencia de las nuevas políticas de industrialización y colectivización. La población agrícola abandonó el campo para asentarse en las ciudades, lo que obligó a las autoridades soviéticas a construir edificios masivos. Este fue el nacimiento de un nuevo modelo arquitectónico de vivienda colectiva, el Khrushchyovka (un nombre no oficial derivado de Nikita Khrushchev). Esta tipología sucedió a la arquitectura estalinista, un conjunto de edificios caros y de buena calidad, reservados para una minoría. Los Khrushchyovka eran edificios de bajo costo, construidos en paneles de hormigón. Se dio prioridad a la sencillez y los bajos costes de construcción, y se prescindió de la estética y la originalidad.

Como reacción a la estandarización de estas arquitecturas, el arquitecto soviético Eugene Stamo se asoció con el ingeniero Aleksandr Markelov para proponer un nuevo diseño para estos edificios. En 1972 construyeron un edificio de apartamentos cilíndrico destinado a romper la monotonía del distrito Ochakovo-Matveevskoe. Este edificio con un diámetro de 155m, tiene 26 entradas que permiten dar servicio a 913 departamentos en 8 pisos. El primer piso está dedicado a los servicios (tiendas, peluquerías, farmacias, librería / biblioteca, club infantil,…) mientras que el patio está diseñado como un jardín común y un parque infantil aislado de la ciudad. Apodado “Bublik” (bagel en ruso) por su forma particular, la operación inmobiliaria no fue un éxito, debido a su diferencia técnica con los edificios estándar, era mucho más caro y su construcción se dilato mucho mas en el tiempo que los edificios vecinos.

Sin embargo, el espacio central circular, que pretendía recuperar el antiguo patio comunal soviético y el espíritu colectivista de las Dom-Kommuna del inicio de la revolución, aportó al proyecto un gran valor simbólico, además de la posibilidad de acceder a todos los servicios a una distancia muy corta, que sedujo inicialmente a las autoridades y se construyo otro edificio más en Moscú las mismas características.

Pero finalmente, aunque se valoró el aspecto funcional colectivo, los apartamentos tenían una forma trapezoidal que acumulaba limitaciones y dificultaba las reparaciones de estas unidades no estandarizadas, dentro de una política de vivienda nada flexible y fuertemente centralizada y se clausuro el programa.

Se podría afirmar que el Bublik al tomar esta forma circular que genera un espació comunal central se insiere en la tradición arquitectónica comunal ancestral (pueblos de las Amazonas, pueblos tradicionales en China, poblados de los pueblos del centro de África, etc…), de la tradición del socialismo utópico, (los falansterios y familisterios) y por supuesto de la propia tradición soviética (Dom-Kommuna) y que es, también, el ultimo intento de reactivar esa misma tradición.